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La crisis, el vandalismo y la falta de bioseguridad restaron brillo al Carnaval

La crisis se hizo sentir en la participación de las comparsas en el corso carnavalero, ya que se redujo en más del 50% en comparación con años anteriores a la pandemia. Esta vez hubo menos uso de pintura

hace 1 año(s)

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Pasó el Carnaval y en el balance sale a flote que el incumplimiento de las medidas de bioseguridad, los hechos vandálicos y la crisis económica le restaron brillo a la fiesta grande. La pandemia y su efecto en los bolsillos de los cruceños se notó en la participación de las comparsas durante el corso, que este año se redujo en más del 50%. 

“Hace más de diez años que los actos vandálicos suceden durante el Carnaval cruceño, lamentablemente por el corto tiempo que hubo este año para la organización no dio para ponerle freno”, dijo Gustavo Gil, presidente de la Asociación Cruceña de Comparsas Carnavaleras de Santa Cruz (ACCC) que trata de mirar hacia adelante, indicando que desde ahora trabajarán de la mano con la Policía y la Alcaldía para poner en marcha un plan que evite que este tipo de hechos se repitan en 2023.

La crisis económica se hizo sentir con un Carnaval más austero y con menor presencia de comparsas durante el corso. Este año hubo un descenso en la participación de más del 50% de las comparsas, ya que las que se presentaron no alcanzaban ni a 80, cuando normalmente eran más de 200. “La participación en el corso ha bajado, pero no ha sido tan drástico”, reconoció el representante de la ACCC. 

El gestor cultural, Mauricio Banegas, que participó como jurado del corso, señaló que todos los rubros fueron afectados por la crisis económica que causó la pandemia y que el Carnaval no quedó al margen, pues durante el corso hubo poca participación de las comparsas. “Antes de la pandemia participaban cerca de 300, pero esta vez no superaron las 40”, señaló. Durante el corso no faltaron los reclamos porque la gente no tenía acceso directo para observar el paso de las comparsas y la falta de recursos obligó a muchos a que vivan su propia fiesta atrás de los camarotes. 

A muchos les llamó la atención que el camarote del Gobierno Municipal copaba un gran espacio y obligaba a la gente a salir del Cambódromo para continuar el recorrido.
Si bien había controles del carnet de vacunación y del barbijo en el ingreso, dentro del Cambódromo la mayoría guardaba el tapaboca y las aglomeraciones era lo que primaba en los camarotes y entre los ‘miracorso’.

Benegas añadió que también falta educación en la gente, pues hubo personas que ingresaron a los carriles del corso sin la autorización respectiva. Sin embargo, cree que, a pesar de estas circunstancias, hay que aplaudir el trabajo de los organizadores para que se realice el Carnaval.

En el centro de la ciudad
Donde se extrañaron los controles de bioseguridad fue en el centro citadino durante los tres días de mojazón.

Pero la nota más preocupante del Carnaval en el centro fueron los actos vandálicos, que volvieron a generar grupos de jóvenes en la calle Ballivián y primer anillo, situación que fue reprochada por las autoridades. 

“Queremos reprochar las situaciones vandálicas que se presentaron el primer y segundo día Carnaval”, manifestó el secretario municipal de Salud, Roberto Vargas. La plazuela Calleja, tradicional punto de reunión de las comparsas, estuvo cerrada los tres días y se salvó del vandalismo, al igual que la plaza 24 de Septiembre.
Guido Landívar, presidente de la Asociación de Propietarios de Predios del Centro de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra (APC Cruz), lamentó que los vecinos nuevamente tengan que encerrarse para protegerse “mientras viene gente de otros lados a carnavalear y otros a destruir el patrimonio de la ciudad”. 



“Lo ideal es que el comité trabaje todo el año y elabore un verdadero plan. Carnaval de calle significa que las comparsas recorran las calles para recuperarlas y no encerrarse como en una kermés. Tiene que haber un reglamento especial para los tres días, un plan de seguridad con policías expertos apostados en lugares estratégicos, de lo contrario, que se vayan a festejar a otro lado, pero en el centro ya es insostenible”, dijo Landívar, que destacó que la ubicación de las tarimas respetó los 2,15 metros en el ancho de las calles.

El gestor cultural Banegas pidió abordar con tiempo y seriedad el tema de la seguridad, especialmente en el centro, pues considera que estas fechas son aprovechadas por las pandillas para delinquir. “Entre lo malo están los grupos delincuenciales y las pandillas que aprovechan estas fechas para fregar el Carnaval”, sostuvo.

Dentro de lo positivo el aspecto que fue resaltado por los mismos comparseros es que desde las 21:00 la Policía realizó un barrido por el centro para que se despejen las calles. 

Menos pintura
A diferencia de anteriores años, esta vez fue escaso el uso de pintura en el centro cruceño y fueron pocos los edificios que resultaron pintarrajeados, aunque previamente propietarios y dueños de negocios colocaron hule en las paredes de muchos de ellos para protegerlos.

Solo en calle Ballivián y otras vías aledañas quedó pintura en la calzada y las aceras, además resultaron dañados algunos edificios. Fue el caso de la iglesia Jesús Nazareno, cuya fachada y columnas quedaron pintarrajeada de lila y verde. 

El presidente de la ACCC destacó el cumplimiento a la disposición de evitar el uso de pinturas. Informó que solo se reportó el pintarrajeado de un edificio, y con la Subalcaldía del Distrito 11, se acordó realizar el repintado entre lunes y martes de la próxima semana. 

El gestor cultural Banegas también considera que fue mínimo el daño a los edificios en comparación a otros años, lo que atribuye a que esta vez hubo menos concurrencia de personas al centro y a que los comparseros optaron por quedarse en ciertas calles para así garantizar su seguridad

Fin de semana violento
El presidente de la ACCC lamentó la presencia de pandillas en el centro de la ciudad que, según dijo, no son personas que pertenezcan a ninguna agrupación o comparsa carnavalera ni ballets folclóricos.

El secretario municipal de Salud se refirió a un acto vandálico que dañó un vehículo durante los días de mojazón e indicó que se tiene identificado al autor; pidió al Ministerio Público realizar las actuaciones correspondientes.

El director de la Fuerza de Lucha Contra el Crimen (Felcc), Erick Holguín, informó que durante el feriado se denunciaron 120 casos de violencia en el departamento cruceño, entre estos tres tentativas de homicidio, dos de violencia intrafamiliar, amenazas, lesiones graves y leves, y otros.
Además, 34 personas fueron encontradas manejando en estado de ebriedad.


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