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Un ataque aéreo turco contra una planta energética kurda en el noreste de Siria dejó cuatro muertos, informó este miércoles una organización de monitoreo, en una operación que según Ankara coincidió con bombardeos contra objetivos kurdos en Irak.

Los bombardeos turcos se dieron la noche del martes contra una planta energética cerca de la localidad de Al Malikiyah en la provincia de Hasaka, indicó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), con sede en Londres.

"Al menos cuatro personas murieron en el ataque dirigido a una estación energética cercana a Al Malikiyah", señaló el OSDH, que utiliza una red informativa dentro de Siria.

El bombardeo cobró la vida de trabajadores de la planta y combatientes de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), el ejército de facto de la administración kurda en la zona, afirmó la fuente.

Los daños causados en la planta provocaron apagones en los poblados vecinos, agregó la organización.

En tanto, Turquía dijo el miércoles en un comunicado que sus aviones atacaron varios sitios controlados por grupos armados kurdos en Irak y Siria.

El gobierno turco precisó que los ataques apuntaron a supuestas bases rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y de las Unidades de Protección Popular (YPG), que Ankara considera terroristas.

Como parte del ataque, "aviones militares (turcos) bombardearon seis posiciones del PKK en las montañas Karjokh", que dominan un campamento de refugiados kurdos de Turquía, señaló el servicio antiterrorista kurdo en un comunicado.

El PKK ha librado una batalla insurgente contra Turquía desde 1984.

YPG, base de las FDS, condenó los ataques turcos ocurridos pocos días después del mayor operativo del Estado Islámico (EI) en Siria en tres años.

"Turquía intenta continuar lo que inició EI", denunció YPG en Twitter.

Washington ha dependido fuertemente de las FDS para derrotar a los yihadistas de EI que controlaban gran parte de Siria e Irak en 2014.

Las SDF dijeron que 40 de sus combatientes y más de 70 guardias de prisión murieron en un ataque de EI a la cárcel de Ghwayran en Hasaka, que se prolongó por una semana.

Cientos de dolientes se congregaron el martes en Al Malikiyah para honrar a los combatientes muertos de las SDF, muchos de ellos portando banderas kurdas y retratos de los caídos.