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A pocas horas de celebrarse la Nochebuena y la Navidad, el Papa Francisco volvió a pedir paz para el mundo y la liberación de las personas secuestradas.

“En la espera orante del nacimiento del Príncipe de la Paz, invoquemos el don de la paz para todo el mundo, especialmente para las poblaciones que más sufren a causa de los conflictos actuales”, dijo Francisco, desde la ventana del Palacio Apostólico tras el rezo del Ángelus.

Luego el Obispo de Roma, en presencia de unos 17.000 fieles que se congregaron en la plaza San Pedro, hizo un llamado especial por la liberación de los secuestrados.

“Renuevo en particular mi llamado para que, con ocasión de la Santa Navidad, las personas secuestradas –sacerdotes, religiosos, religiosas y fieles laicos– sean liberadas y puedan regresar a sus casas”, remarcó.

Asimismo, mostró su preocupación por el desastre natural (tormenta tropical) que dejó más de 200 muertos y decenas de desaparecidos en Filipinas.

Quiero “asegurar mi oración a la población de la isla de Mindanao, en Filipinas, golpeada por una tempestad que ha causado numerosas víctimas y daños. Que Dios misericordioso acoja las almas de los difuntos y consuele a cuantos sufren por esa calamidad”, apuntó.

El Sumo Pontífice celebrará esta noche en la misma plaza de San Pedro la tradicional Misa de Gallo y el 25 de diciembre pronunciará su quinto mensaje navideño “Urbi et Orbi” (A la ciudad y el mundo).

mg